Como siempre, La Vanguardia
El periódico La Vanguardia nació en 1894 para cuestionar severamente el régimen de gobierno imperante y proponer nuevas formas de organización económica y social. A partir de 1896 pasó a se r el órgano oficial del Partido Socialista. Padeció recurrentes clausuras, su imprenta fue repetidamente destruida y sus redactores encarcelados. Más allá de errores e incomprensiones, y de vaivenes en su conducción que la alejaron de su rumbo; más allá de etapas que el socialismo revisó (y rectificó) recién muchos años después, el periódico socialista nunca traicionó el propósito por el cual apareciera: representar a los trabajadores, promover las reformas tendientes a mejorar su situación, fomentar su participación política, combatir los privilegios, difundir las nuevas ideas y bregar por el cambio social.
La transformación del país que señalara Juan B. Justo en la primera edición ha sido continua e incesante, pero sus necesidades y las de la mayoría laboriosa que lo habita no han sido superadas. Hoy como ayer, el buen funcionamiento de las instituciones republicanas y la igualdad social siguen siendo asignaturas pendientes. Por eso sigue vigente su misión histórica y es necesaria la continuidad del periódico socialista. Con renovado diseño y más temas, con los ideales de siempre y la agenda de la realidad política actual, La Vanguardia vuelve a llegar a las manos de todos aquellos que creen que es posible una sociedad de iguales.
En sus páginas están presentes los temas fundamentales de la vida política, económica, social y cultural del país, la región y el mundo. Como es esperable, muchas de esas cuestiones no coinciden con las que los gobiernos y los grandes medios de comunicación instalan como prioritarias. En esa diferencia, como así también en la visualización de los problemas y la elección de sus soluciones, radica la razón de ser de este periódico, que no es sólo —y orgullosamente– órgano partidario sino además lugar de encuentro del pensamiento socialista, contribuyendo así a recuperar la riqueza ideológica y la tradición política y cultura de la izquierda democrática. Para ello convoca al aporte de mujeres y hombres comprometidos con la transformación de la realidad, como espacio abierto a nuevos cursos de debate, reflexión y comunicación de las propuestas progresistas que hoy representan nuevas formas de participación política.
En este sitio se incluyen los ejemplares editados desde el reinicio de esta nueva etapa de La Vanguardia, con el Partido Socialista nuevamente unido en la Argentina. Cada edición estará disponible en este espacio, que de ese modo contribuye a democratizar la comunicación. Al mismo tiempo, esperamos sugerencias y propuestas que perfeccionen nuestra labor, en el correo electrónico yuarman@gmail.com
El Partido Socialista atraviesa su mejor momento en más de medio siglo. Su periódico aspira a acompañar esa etapa, dando a conocer la mirada del socialismo y sus posiciones ante una realidad vertiginosa; los méritos en la gestión pública en Santa Fe; las iniciativas parlamentarias; promoviendo la recuperación del aporte cultural del socialismo en el país, renovándolo y dándole espacio a las nuevas voces y experiencias que comparten la posibilidad de construcción de un bloque alternativo al que hoy ocupa el poder. El desafío es el de ser una tribuna propicia para proyectar un futuro mejor, porque el socialismo sigue siendo, como dijera Sartre, “el horizonte insuperable de nuestro tiempo”.
El periódico La Vanguardia nació en 1894 para cuestionar severamente el régimen de gobierno imperante y proponer nuevas formas de organización económica y social. A partir de 1896 pasó a se r el órgano oficial del Partido Socialista. Padeció recurrentes clausuras, su imprenta fue repetidamente destruida y sus redactores encarcelados. Más allá de errores e incomprensiones, y de vaivenes en su conducción que la alejaron de su rumbo; más allá de etapas que el socialismo revisó (y rectificó) recién muchos años después, el periódico socialista nunca traicionó el propósito por el cual apareciera: representar a los trabajadores, promover las reformas tendientes a mejorar su situación, fomentar su participación política, combatir los privilegios, difundir las nuevas ideas y bregar por el cambio social.
La transformación del país que señalara Juan B. Justo en la primera edición ha sido continua e incesante, pero sus necesidades y las de la mayoría laboriosa que lo habita no han sido superadas. Hoy como ayer, el buen funcionamiento de las instituciones republicanas y la igualdad social siguen siendo asignaturas pendientes. Por eso sigue vigente su misión histórica y es necesaria la continuidad del periódico socialista. Con renovado diseño y más temas, con los ideales de siempre y la agenda de la realidad política actual, La Vanguardia vuelve a llegar a las manos de todos aquellos que creen que es posible una sociedad de iguales.
En sus páginas están presentes los temas fundamentales de la vida política, económica, social y cultural del país, la región y el mundo. Como es esperable, muchas de esas cuestiones no coinciden con las que los gobiernos y los grandes medios de comunicación instalan como prioritarias. En esa diferencia, como así también en la visualización de los problemas y la elección de sus soluciones, radica la razón de ser de este periódico, que no es sólo —y orgullosamente– órgano partidario sino además lugar de encuentro del pensamiento socialista, contribuyendo así a recuperar la riqueza ideológica y la tradición política y cultura de la izquierda democrática. Para ello convoca al aporte de mujeres y hombres comprometidos con la transformación de la realidad, como espacio abierto a nuevos cursos de debate, reflexión y comunicación de las propuestas progresistas que hoy representan nuevas formas de participación política.
En este sitio se incluyen los ejemplares editados desde el reinicio de esta nueva etapa de La Vanguardia, con el Partido Socialista nuevamente unido en la Argentina. Cada edición estará disponible en este espacio, que de ese modo contribuye a democratizar la comunicación. Al mismo tiempo, esperamos sugerencias y propuestas que perfeccionen nuestra labor, en el correo electrónico yuarman@gmail.com
El Partido Socialista atraviesa su mejor momento en más de medio siglo. Su periódico aspira a acompañar esa etapa, dando a conocer la mirada del socialismo y sus posiciones ante una realidad vertiginosa; los méritos en la gestión pública en Santa Fe; las iniciativas parlamentarias; promoviendo la recuperación del aporte cultural del socialismo en el país, renovándolo y dándole espacio a las nuevas voces y experiencias que comparten la posibilidad de construcción de un bloque alternativo al que hoy ocupa el poder. El desafío es el de ser una tribuna propicia para proyectar un futuro mejor, porque el socialismo sigue siendo, como dijera Sartre, “el horizonte insuperable de nuestro tiempo”.